Page 174 - LIBRO BLANCO 2018

ReTos de la oPTomeTRÍa
tras realizar la historia clínica (si es un pacien- te diagnosticado y tratado de la condición pa- tológica por su oftalmólogo), es realizar un examen optométrico especializado de baja visión, que incluya el cálculo del aumento, la evaluación de la agudeza visual, el campo vi- sual, la sensibilidad al contraste, la visión del color y los objetivos del paciente, así como las nuevas estrategias de trabajo. Los objetivos deben ser acordados con el paciente y tienen que ser realistas y cumplibles”, explica Gaci- martín, quien añade que es habitual que el paciente necesite apoyo psicológico, de ahí que “una unidad de baja visión ideal debería contar con, al menos, un equipo de oftalmo- logía, un equipo de ópticos-optometristas especialistas en baja visión y un psicólogo”. Una vez hecha la evaluación de baja visión se realizará la valoración de la ayuda, la rehabi- litación y la prescripción de la misma, ya que “sin rehabilitación y aprendizaje en la ayuda prescrita no habrá éxito” —explica.
En el abordaje optométrico especializado de los pacientes con DMAE es necesario un pro- tocolo que permita realizar una intervención exitosa y el máximo aprovechamiento del resto visual. En muchos casos es necesario au- mentar el tamaño de la imagen en la retina, lo que se puede conseguir mediante la amplia- ción del tamaño relativo del objeto, la dismi- nución de la distancia relativa al mismo, y/o mediante la magnificación angular y/o elec- trónica. El uso de estas estrategias combina- do con nuevas pautas para la realización de las actividades, como suplementar la iluminación, el control del deslumbramiento mediante fil- tros terapéuticos y la prescripción de ayudas visuales permitirá usar el resto visual de modo eficaz. Cabe reseñar, que la incorporación de las nuevas tecnologías a través del desarrollo de APPs específicas, smartglasses y dispositi- vos de realidad aumentada abren un abanico de opciones muy interesantes en la gestión del resto visual por parte del óptico-optome- trista”, asegura Begoña Gacimartín.
TRaTamienTo y seguimienTo
La baja visión no se puede corregir mediante lentes oftálmicas convencionales ni lentes de contacto, ni revertir en su totalidad mediante tratamientos médicos o quirúrgicos; lo que pro- duce una disminución del rendimiento visual, la pérdida de la independencia y la afectación de las actividades de la vida diaria. “El deterioro de la función visual producirá una pérdida de visión que puede ir desde moderada a seve- ra. Nos encontramos ante un grave problema sociosanitario en el primer cuarto del siglo XXI que se agravará en las próximas décadas como consecuencia del envejecimiento poblacional y la comorbilidad de las enfermedades sistémicas y oculares”, asegura la experta.
A pesar de ello, el papel que juega el óptico-op- tometrista es fundamental para apaciguar los posibles problemas a los que se enfrenta el pa- ciente. Para ello cuenta con ayudas visuales, a las que se añaden, además, pautas de comporta- miento como suplementar la iluminación o utili- zar filtros terapéuticos. “Las ayudas se clasifican en ópticas, no ópticas y electrónicas. La elección de un tipo de ayuda u otra depende de la tipolo- gía del paciente, de la tarea-objetivo que vaya a realizar, de su resto visual y del asesoramiento especializado del óptico-optometrista”. Además de las ayudas ópticas es muy importan- te controlar el deslumbramiento, mejorar la cali- dad de la imagen y aportar protección, tanto en los pacientes como en las personas sanas, me- diante el uso de filtros de corte selectivo o tera- péuticos que absorben la parte más energética de la luz visible y la radiación ultravioleta.
Así pues, el trabajo entre el profesional y el pa- ciente es fundamental. “El afectado tiene que implicarse y trabajar en base a sus objetivos y al plan de rehabilitación propuesto por su ópti- co-optometrista; comprendiendo que no verá como antes, pero que sí es posible el uso de la visión de una forma más eficaz que le permitirá, tras el entrenamiento adecuado, recobrar la inde- pendencia personal y la calidad de vida”, asegura la experta.
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