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cinco artículos a favor de la mejora de la SC y dos en contra.
Hasta aquí nos hemos referido a pruebas objetivas, pero qué ocurre si nos fijamos en las subjetivas. En la misma revisión de Eperjesi et al8 encontramos siete estudios que hablan de las mejoras subjetivas. El más interesante me ha parecido el de Frith et al.19 que, en una muestra de 13 pacientes con retinitis pigmentaria, encontraron que nueve de ellos experimentaron una reducción de la foto- fobia muy marcada (descrita como dramática en algunos casos) y una mejora subjetiva de la AV (pero que en solo tres se pudo demostrar una mejoría objetiva).
Por lo tanto, hemos comprobado que existe una discre- pancia entre los resultados objetivos y los subjetivos, que está presente tanto en los estudios de DMAE como en los de baja visión en general.
Un hecho que llama la atención es que en los estudios se clasifican los pacientes por enfermedad, pero no por severidad. Si nos centramos en la DMAE, sólo el es- tudio de Maino and MacMahon (9) hace una pequeña distinción. En cuanto a este resultado, no tienen las mis- mas expectativas, necesidades, ni dificultades un paciente con DMAE tardía con una visión por debajo del 0,1 que otro que presenta una visión del 60%. Por lo tanto, las conclusiones de los estudios deberían de agruparse por nivel de la enfermedad.
Para la medida de la AV, el test más utilizado es el ED- TRS, pero esta AV puede dar valores buenos, incluso en presencia de cambios retinianos avanzados. El test de Moorfields Acuity Chart es un nuevo optotipo con fon- do gris que muestra letras de trazo negro rodeadas de un borde blanco. Cuando la fóvea no puede resolver el detalle, las letras se desvanecen. Una persona con AV normal pierde 1,5 filas con respecto a los optotipos ha- bituales, mientras que un paciente con DMAE, 4,5 filas. Este hecho nos puede servir para detectar antes y realizar el seguimiento con mayor precisión20.
La mayoría de los test que utilizamos son de alto contraste, mientras que las condiciones de la vida real son de medio o bajo. Estudiar la SC con el test de Pelli-Robson añadiría información sobre este aspecto funcional de la visión8. En la evaluación subjetiva, la utilización de un test de calidad de vida nos puede dar una información adecua- da sobre el día a día. Un test que podría utilizarse es el National Eye Institute Vision Function Questionnaire 25 (NEI VFQ-25), que está específicamente diseñado para capturar el impacto de los problemas visuales en los as- pectos físicos, emocionales y sociales del paciente21. Re- cientemente se ha publicado la traducción al castellano de este test22, por tanto su utilización puede darnos datos relevantes en cuanto la calidad de vida del paciente. Una mejor clasificación de la enfermedad, mejores pruebas e incluso nuevos tests que midan aspectos poco estudiados hasta ahora nos permitirían cuantificar los resultados subjetivos.
Bailey et al. clasifican el deslumbramiento incapacitante, que perjudica la función y el deslumbramiento incómo- do, que produce molestia23, por lo tanto en el primer tipo la AV y SC se reducen de forma drástica, mientras que en el segundo de forma leve.
La luz azul-violeta es la que presenta una longitud de onda visible más corta y es la más dispersada por los medios oculares, siendo las responsables de la mayor parte del deslumbramiento incómodo. Para un ojo nor- mal, puede aparecer algo de deslumbramiento, pero con una degeneración retiniana puede disminuir la AV y la SC16. Las lentes que bloquean el azul pueden mejorar el contraste porque minimizan la luz dispersada y redu- cen el deslumbramiento15.
Al mismo tiempo, los pacientes de baja visión suelen tener una sensibilidad aumentada a la dispersión de la luz azul10,13. Lo que para una persona con unos ojos sanos puede ser una situación normal, para una persona con DMAE o cualquier otra enfermedad que pueda causar baja visión puede llegar a representar una situación incapacitante (por deslumbra- miento y por pérdida de AV y contraste).
CONCLUSIÓN
En función del grado de severidad de la patología y de las características de cada persona, el paciente pue- de sufrir un deslumbramiento incómodo (en los que la AV y SC varían de manera poco importante) o un deslumbramiento incapacitante (en los que la AV y la SC pueden llegar a variar mucho, llegando a niveles no funcionales). Esta hipótesis requiere comprobación. Se debería de desarrollar un test que marcase los límites en una persona de baja visión dónde está su deslum- bramiento incómodo y dónde empieza el incapacitante. Se requiere mejorar la clasificación de la severidad de los pacientes en los estudios, diseñar test nuevos más válidos y ampliar los aspectos estudiados.
El uso de cuestionarios de calidad de vida, pueden ayu- dar a cuantificar la percepción subjetiva del paciente.
LUGAR DE TRABAJO DE LOS AUTORES 1Òptica Visió Caballé.
2Universidad Europea de Madrid.
BIBLIOGRAFÍA
1. Ord LM, Wright J, DeAngelis MM, Feehan M. Quality of Life with Macular Degeneration Is Not as Dark as It May Seem: Patients’ Perceptions of the MacDQoL Questionnaire. J Clin Med [Internet]. 2015 Jan [cited 2016 May 14];4(9):1841–52. Available from: http://www.pubmedcentral.nih.gov/articleren- der.fcgi?artid=4600162&tool=pmcentrez&rendertype=abstract
2. Biarnés Pérez M. Degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Epidemiología, clasificación, evaluación y tra-
ARTÍCULO CIENTÍFICO
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546Gaceta de OptometríaABRIL 2019