Page 161 - LIBRO BLANCO 2018
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                liBRo BlanCo de la salud Visual en esPaÑa
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 periódicas de la agudeza visual, ya que se tra- ta de pruebas que resultan imprescindibles para controlar las variaciones en la visión del paciente.
Control de la baja visión. Entre las facetas del óptico-optometrista destaca su capaci- dad para recuperar la calidad visual del pa- ciente a través de rehabilitación visual como parte del tratamiento de baja visión, una terapia de especial importancia para que el paciente diabético pueda tener una calidad de vida adecuada.
PRueBas oPToméTRiCas
en diaBéTiCos
Cuando la diabetes no está diagnosticada el papel del óptico-optometrista es esencial para lograr una detección temprana de la en- fermedad. Sin embargo, cuando la patología ya ha dado la cara, también cobra una espe- cial importancia, si cabe aún más decisiva, ya que las revisiones ópticas anuales resultan imprescindibles para lograr un seguimiento adecuado de la diabetes y potenciar la visión del paciente así como anticiparse a posibles deterioros visuales más graves. Por ello, es importante que los profesionales de la óp- tica logren una buena comunicación con sus pacientes para conocer sus enfermedades crónicas y así advertirles de la necesidad de realizar revisiones periódicas de su visión, pues se trata de la mejor forma de prevenir problemas visuales más graves e irreversibles a corto y largo plazo.
En este sentido, tal y como aclara Cerviño, las pruebas que tiene a su alcance el profe- sional son muy variadas: “En pacientes ya diagnosticados, el seguimiento debe incluir una evaluación visual y refractiva, un examen ocular con lámpara de hendidura, un com- pleto examen de fondo de ojo (idealmente documentación gráfica y evaluación global con una cámara de fondo de ojo, así como of- talmoscopia binocular indirecta con lámpara de hendidura), y una campimetría completa”.
 opinión del experto
mÁs concienciación
AlejAndro Cerviño expóSito
Director del Departamento de Óptica y Optometría y Ciencias de la Visión de la Universidad de Valencia.
Aunque en España se realiza un correcto ma- nejo de la diabetes desde el punto de vista de la Óptica y Optometría, sin ninguna duda creo que puede y debe mejorarse el papel del colectivo de ópticos-optometristas en la aten- ción del paciente diabético. Esto ha de ser así porque en las competencias del óptico-opto- metrista como profesional de la atención vi- sual primaria está la detección de condiciones que afecten a la salud ocular y a la visión. Una detección temprana eficaz permite mejorar muy considerablemente la calidad de vida del paciente diabético, mantener su productividad evitando/retrasando las complicaciones de la diabetes que podrían afectar a su capacidad laboral, así como aliviando el coste del trata- miento de las complicaciones derivadas de la condición que suponen, no ya a título indivi- dual, sino al sistema sanitario en su conjunto. Si a ello le añadimos que el ojo humano es sen- sible a los efectos de la diabetes, y por lo tanto es una de las primeras estructuras en las que se pueden observar sus efectos; que las cifras de diabéticos aumentan de forma alarmante y que se estima que alrededor de 175 millones de personas son diabéticas y no lo saben, sin ninguna duda el papel del óptico-optometrista en la ecuación se antoja fundamental.
FORMACIÓN ADECUADA
También ha de mejorarse el papel del ópti- co-optometrista en el cuidado compartido de los pacientes diabéticos ya diagnosticados. En los programas de Grado en las universidades se aborda el tema, aunque no en profundidad. Sí que hay algunos programas de posgrado en los que este tema se trata de forma mucho más específica, y la formación complementa- ria de postgrado específica y avalada por las universidades es fundamental para poder as- pirar a una potencial inclusión en el esquema de atención a los pacientes diabéticos dentro del sistema sanitario.
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