Page 168 - LIBRO BLANCO 2018

ReTos de la oPTomeTRÍa
que pueden hacerse en casa y servir de voz de alarma de posibles problemas visuales, como el hecho de revisar la visión monocular cerran- do un ojo para advertir cómo vemos por el otro”, resalta la experta.
Pero, además de enseñar al individuo a contro- lar su visión de forma periódica, el óptico-op- tometrista juega un papel fundamental en la detección precoz de algunos problemas visua- les que pueden resultar decisivos a la hora de conducir con total seguridad. “En concreto, una revisión rutinaria realizada en la óptica debe evaluar el estado refractivo del indivi- duo, es decir, comprobar si es miope o hiper- métrope; además, debería incluir el control de la agudeza visual mono y binocular; un test para determinar la percepción de profundidad y relieve; evaluar la percepción del color y, por último, también sería recomendable compro- bar el tiempo de recuperación de esa persona ante un deslumbramiento, pues se trata de algo muy fácil de valorar gracias a las actuales aplicaciones informática”, explica Sánchez-Ra- mos, quien añade que “en una revisión rutina- ria también se puede detectar la miopía noc-
turna siempre que se simule la situación del estudio y de la consulta a las condiciones de luz que queremos representar”.
La edad es otro factor muy importante a te- ner en cuenta a la hora de realizar una revisión visual completa. “En la conducción nocturna hay que tener mucha precaución con los des- lumbramientos procedentes de los faros de enfrente, porque eso provoca una clara dismi- nución en la agudeza visual, aunque no sea un deslumbramiento central. Y ese problema se acrecienta con la edad, ya que en las personas de hasta 50 años, el tiempo de recuperación ante un deslumbramiento central es de 40 a 60 segundos, mientras que en personas ma- yores de 50 años el tiempo de recuperación es superior a un minuto”, destaca la experta. Por ello, parece obvio que el sistema visual es tan importante como el estado de la ca- rretera o el del vehículo. Por eso, al igual que el coche se revisa con cautela antes de salir de viaje, resulta imprescindible pasar por la óptica para asegurarse de que la calidad de la visión es adecuada. Así el trayecto será más cómodo y, sobre todo, más seguro.
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