Page 192 - LIBRO BLANCO 2018
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                 ReTos de la oPTomeTRÍa
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pantallas y ajustando la configuración de las mismas; en la postura, manteniendo el mo- nitor del ordenador por debajo de nuestros ojos, siendo la altura máxima aquella en la que la parte superior del monitor esté a la altura de nuestros ojos; y en cuanto al par- padeo, haciéndolo a menudo de forma volun- taria. “En cuanto al resto de dispositivos como móviles o tablets, es muy importante recordar a los usuarios que mantengan una distancia adecuada, evitando acercárselos en exceso a los ojos y que los niveles de luminosidad se ajusten al entorno”, remarca Cristina Álvarez.
el PaPel del óPTiCo-oPTomeTRisTa en el sVi
Cuando los primeros síntomas del SVI hacen acto de presencia, resulta crucial ponerse en manos expertas. “El óptico-optometrista es el profesional mejor preparado para la detec- ción de este síndrome. Esta detección puede hacerse por varias vías: teniendo en cuenta la sintomatología del paciente y relacionándola con la anamnesis en la que se debe preguntar por las horas de uso de pantallas, o realizando a los pacientes un cuestionario validado sobre el síndrome visual informático que, en base a la puntuación obtenida, nos permite detectarlo”, confirma la doctora en Ciencias de la Visión.
Una vez detectado el problema, el óptico-opto- metrista tiene a su alcance diferentes opciones para tratar y revertir el SVI. “Hoy en día existen ya lentes oftálmicas y de contacto preparadas para mejorar la sintomatología en los usuarios de pantallas, que bien mediante filtros o dise- ños especiales hacen que la incidencia de luz azul disminuya o que el ojo esté más descansado cuando trabaja en distancias próximas”, asegura Cristina Álvarez, quien añade que, además, es importante que el profesional óptico-optome- trista aconseje al usuario para mejorar los sínto- mas y prevenir su recaída, recomendando lágri- mas artificiales en caso de sequedad, así como la necesidad de realizar una revisión periódica de la visión, ya que los defectos visuales aumentan el SVI. Por todo ello, siempre es conveniente una visita periódica al estableciiento sanitario de óptica, no solo para revisar la prescripción, sino también para insistir en estas medidas higiéni- cas. Las gafas son solo una de las soluciones para abordar el problema.
Según los expertos, tratados a tiempo, la mayor parte de los síntomas del SVI son reversibles si se siguen los consejos de los profesionales, mien- tras que si existiese daño en la retina no habría forma de revertirlo. Por ello, el papel del ópti- co-optometrista es decisivo tanto en la preven- ción como en su detección y tratamiento.
  



























































































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